EQUILIBRIO EN LA ERA DIGITAL

Es mucha la información que existe en el ciberespacio, pero no toda es fidedigna. Para buscar datos, es necesario conocer la fuente, podemos encontrar noticias e investigaciones serias o no; por eso es recomendable acudir a páginas que sean de universidades, institutos de investigación, etc. El uso de Internet debe estar bajo la supervisión de un adulto responsable en el caso que un niño o adolescente sea el usuario.
Otro problema es el uso excesivo del messenger, que es la interacción entre los usuarios “de manera virtual”; el trato y la conversación cara-a-cara se está perdiendo,  la gente pasa mayor tiempo “chateando” que relacionándose con otras personas en el sentido estricto de la palabra; muchos jóvenes prefieren usar Internet a una llamada telefónica o una breve visita a la casa del interlocutor, a pesar de que viva a media cuadra.
El hombre es un ser social; sin embargo, hay juegos “online” y los jóvenes juegan a través de Internet con sus amigos sin salir de sus casas.
También se utilizan las redes sociales virtuales, donde el usuario puede subir fotos y ver las fotos y perfiles de otras personas, saber qué hacen, de qué colegio o universidad son, ver quiénes son sus amigos y qué dicen ellos acerca de los mismos, lo que sucede en este caso es,  que no se sabe quien dice la verdad de los datos que identifican a los usuarios.
En la actualidad la gente prefiere lo audiovisual e interactivo, al placer que puede darnos el leer un buen libro, o disfrutar de un clásico de la literatura universal, es necesario enseñar el valor de la lectura y tomarla como una actividad agradable.
Otro problema del “chat” y de los “mensajes de texto” es el proceso de destrucción de la ortografía, la gramática y sintaxis. Se prefiere el ahorro a la escritura correcta.
Lo que se debe hacer frente al mal uso de lo digital, es entender y estar al tanto de la tecnología que aparece constantemente,  supervisar el correcto uso de la misma y no dejar al adolescente o niño solo en la navegación en Internet; los contenidos deben ser supervisados por adultos responsables que puedan dar y enseñar las pautas para que el educando pueda determinar qué información es útil y valiosa y cual es errónea.
Los padres, la familia y los educadores tienen un papel fundamental en enseñar a los niños y adolescentes el correcto uso de la tecnología, y deben tener la capacidad de poder discernir y enseñar a discernir qué es útil y qué no lo es. Internet es una tecnología de la cual no podemos prescindir hoy día; debemos saber interactuar con ella de forma responsable, y hacer de esta poderosísima herramienta un aliado en la formación y conocimientos de nuestros alumnos.